www.ibisi.es / www.entretantodigital.es

miércoles, 24 de marzo de 2010

Formas de preparar el arroz.

Formas de preparar el arroz.

El arroz contiene una relativa pequeña cantidad de proteínas (comparada con otros cereales). Su contenido de gluten es inferior. El arroz contiene grandes cantidades de almidón que le proporciona cohesión a los granos. El arroz limpio, ya desprovisto de su salvado, suele tener menos fibra dietética que otros cereales y, por lo tanto, es más digestivo.

El arroz proporciona mayor contenido calórico y proteínas por hectárea que el trigo y el maíz. Quizás es por esta razón por la que es uno de los cultivos más extendidos.

Su preparación en el mundo.

En la mayoría de las culturas el arroz moreno se limpia y se le elimina la capa de salvado (rica en silicio) quedando el grano. Por regla general el arroz se cocina mediante aplicación de humedad y calor a los granos.

La cocina de la India suele cocer el arroz en un exceso de agua de tal forma que el agua residual se elimina cuando la cocción se ha completado. La cocina de china y Japón emplea cantidades justas de agua, lo suficiente como para humedecer el arroz durante su calentamiento en una olla cerrada. Esta forma de cocinado favorece su ingesta mediante palillos.

En la cocina mediterránea se suele enriquecer el arroz con el cocinado de aceites, mantequilla, caldos (fumet) y otros ingredientes diversos. De esta forma surgen los pilafs, los risottos y las paellas.

La cocina persa elabora los polo mezclados con diversas carnes cocinadas en un exceso de agua, hasta que los granos de arroz se hinchan, alargándose varias veces su longitud natural. suelen añadir frutas secas, nueces, etc. a menudo, hasta que el agua se agota quedando un arroz marrón denominado tahdig (muy similar al socarrat de la paella).

Las formas de aplicar calor al arroz para su cocinado son diversas. En algunas ocasiones se frie ligeramente en sartenes con aceite vegetal para elaborar una serie de platos denominado arroces fritos. O se le aplica vapor de agua mediante vaporeras y de esta forma se realiza la cocción al vapor.

Las cocinas del sudeste asiático consideran el arroz como un alimento que debe estar presente en las tres comidas diarias. Se incluye habitualmente en los desayunos como un plato denominado congee (un poridge de arroz muy popular en Asia).

También se usa en la cocina como harina de arroz, empleada en la elaboración de salsas, rellenos, etc. por su fina textura. Se emplea en la elaboración de la tempuras. Su masa no puede emplearse en la elaboración de panes: debido a la ausencia de gluten. En la cocina vietnamita, se suele moler un arroz tostado que se vierte finalmente sobre los platos.

En cuanto al procesado del arroz encuentramos los fideos de arroz que se emplean como acompañamiento de sopas y dumplings de carne o verduras, se emplea, a veces, en la elaboración de snacks.

En algunas zonas de Asia se fermenta obteniendo bebidas alcohólicas como el sake, o los vinos de arroz de la cocina china.

Arroz con alcachofas.

Ingredientes:

300 grs. de arroz
6 alcachofas
100 grs. de jamón serrano
Caldo de pollo
2 dientes de ajo
Perejil picado
Aceite de oliva
Sal
1 limón
Pimienta

Preparación:

Limpiar las alcachofas, retirando el tallo y las hojas duras, hasta dejar el corazón. Cortarlos en trozos y reservarlos en una cazuela con agua y zumo de limón, para que no se pongan negros. Rehogarlas alcachofas durante 5 minutos, en una cazuela con un poco de aceite de oliva y ajos picados.

Añadir el jamón en taquitos y el perejil, y después el arroz. Seguir rehogando un par de minutos más y agregar el caldo de pollo y verduras, muy caliente. Hay que poner algo más del doble de caldo que de arroz. Sal pimentar al gustor. Subir el fuego hasta que empiece a hervir. Bajar la llama, lo justo para mantener el hervor y dejamos cocer entre 15 y 18 minutos.

Ajustar el punto de sal y dejar cocer hasta que el arroz esté hecho. Tiene que quedar un poco espeso, ni seco, ni caldoso.

martes, 23 de febrero de 2010

Los garbanzos.

Los garbanzos.

Los garbanzos son un alimento encuadrado dentro del grupo de las legumbres o leguminosas. Se conoce desde la más remota antigüedad y en nuestro país fueron los cartagineses los que estimularon su cultivo y consumo, siendo en muchas ocasiones la base de su dieta. El garbanzo es un ingrediente importante de la dieta mediterránea. En la Antigua Roma los garbanzos gozaban de una considerable reputación. Eran profusamente vendidos en las calles tanto crudos como ya cocidos.

Propiedades.

El garbanzo, o la carne del pobre, como también se le conoce, es de una riqueza considerable en lo que a aportes nutritivos se refiere. Es rico en proteínas, en almidón y en lípidos (más que las otras legumbres) sobre todo de ácido oleico y linoleico, que son insaturados y carentes de colesterol. Del mismo modo el garbanzo es un buen aporte de fibra y calorías.

Hay que tener en cuenta no obstante que si el garbanzo es rico en proteínas (entre 20 y 25% de su peso), éstas no incluyen todos los aminoácidos esenciales necesarios para la nutrición humana. Para remediar esta carencia es aconsejable completar las recetas de garbanzos añadiendo a los platos pastas o arroz - una combinación que sí incluye en una sola comida todos los aminoácidos esenciales. Otra posibilidad viene también dada por el añadido de carnes o pescados.

En este sentido, comprobaremos la "sabiduría" de los platos de legumbres que encontramos por toda la cuenca mediterránea en los que se mezclan garbanzos con pastas, diversas verduras y arroz, como en la menestra, el cuscús, o también con ingredientes cárnicos o con pescado, como en el cocido madrileño y el potaje, por citar solo unos ejemplos.

Del garbanzo también hay que señalar su valor diurético, su capacidad para favorecer el tránsito intestinal (debido al alto nivel de fibras que contiene), su valor energético y por su bajo contenido en sodio permite ser incluido en dietas de control de la hipertensión.

Consejos.

A ser posible, es conveniente consumir garbanzos del año y, antes de cocerlos, necesitan un remojo previo de 12 horas en agua templada junto con un puñado de sal, porque son una de las legumbres que más cuestan de cocer. Además son difíciles de digerir por eso debes cocinarlos a fuego lento con un trocito de alga Kombu y/o un poquito de Hinojo o Comino.

Los garbanzos cocidos se conservan bien varios días en la nevera siempre que los guardes en un recipiente cerrado. Asimismo, se pueden adquirir envasados y ya cocidos lo que prolonga su conservación durante meses. Cuando se compran a granel (secos) deben estar enteros, sin olor y con un color uniforme.

Los garbanzos pueden comerse cocidos, tostados, fritos e incluso en forma de harina. Esta harina en algunas zonas se consume también como infusión, en una especie de café, una vez que los garbanzos han sido tostados y molidos.

Potaje de garbanzos.

INGREDIENTES: (para 4 personas)

Medio kg..de garbanzos
Un cuarto de kg. de espinacas
150 gr. de zanahorias
Dos cebollas
Un tomate
Dos huevos duros
Ajo
Laurel
Pimienta
Perejil
Aceite de oliva y sal

PREPARACIÓN:

En una olla se ponen a cocer los garbanzos (poner a remojo la víspera con agua tibia y sal). Cuando echen a hervir añadimos un poco de aceite, la zanahoria, una cebolla, una hoja de laurel, dos dientes de ajo y un poco de perejil. Cocer todo hasta que los garbanzos estén blandos.

Ponemos a cocer las espinacas limpias en otra olla hasta que estén hechas. Las escurrimos y picamos y las añadimos a la cazuela donde están los garbanzos.

Retiramos de la olla la cebolla, la zanahoria, y una cucharada de garbanzos y lo pasamos todo por un tamiz. El puré obtenido se añade de nuevo a la olla y se mezcla bien.

En una sartén freímos un poco de cebolla picada fina, un ajo, un ramito de perejil picado, un poco de pimienta y el tomate. Cuando esté hecho el refrito se deslía en un poco de caldo del potaje y lo añadimos a la olla. Si es necesario corregimos el punto de sal.

martes, 26 de enero de 2010

Alfombras como nuevas.

Alfombras como nuevas.

- Para realzar las partes de la alfombra aplastadas por los muebles, colocar uno o dos cubitos de hielo en el punto indicado. Al día siguiente, los cubitos se habrán derretido, y la alfombra habrá recuperado su forma.

- Para limpiar las alfombras, mezclar agua con un poco de amoniaco y otro poco de vinagre.

- Trate las manchas de la alfombra con agua templada, trabajando de fuera hacia adentro para no esparcir la mancha. Las manchas grasientas puede quitarlas con un detergente líquido disuelto en agua. Probar antes en alguna esquina oculta la estabilidad de los colores.

- Si las manchas son viejas, rásquelas con el revés de un cuchillo antes de combatirlas. En el caso de manchas de fruta, lo mejor es humedecerlas con un trapo embebido en vinagre. Si es toda la alfombra la que está sucia, opte por alguno de los productos industriales que se hallan en el comercio.

- Si un cigarrillo cae en la alfombra y la quema un poco, decolorar la zona con agua oxigenada rebajada con agua. Si la alfombra es de nudo puede anudarse con lana del mismo color. Cuando la alfombra es muy fina, se tiñe con un rotulador del igual color.

Braseado de verduras.

INGREDIENTES: (para 4 personas)

2 patatas.
1 cebolla.
2 tomates.
2 pimientos rojos.
2 dientes de ajo.
1 cucharada de aceite de oliva.
Sal y pimienta.

PREPARACIÓN:

Horneamos todas las verduras enteras (excepto los dientes de ajo), previamente lavadas, a 180 º C. Las retiramos cuando estén asadas y cocidas (aproximadamente 1 hora).

Seguidamente, pelamos las verduras, quitamos las semillas de los pimientos y los tomates. Las cortamos en tiras (las patatas en rodajas) y las colocamos en una fuente honda para que se mezclen todos los jugos.

Añadimos el diente de ajo fileteado finamente en crudo, la sal y un buen chorro de aceite de oliva. Dejamos la mezcla en maceración al menos durante una hora.

Escurrimos un poco el exceso de líquido del braseado y servimos, caliente o frío. Podemos utilizar este preparado como primer plato o como guarnición tanto de pescados como de carnes.

jueves, 7 de enero de 2010

Limpiar el horno sin penalidades.

Limpiar el horno sin penalidades.

- Si se te derrama algo dentro del horno durante la cocción, espolvorea con sal inmediatamente. Cuando el horno esté frío, rasca los residuos y pasa una esponja húmeda.

- Espolvorea jabón para lavavajillas en el fondo del horno y cubre con servilletas de papel húmedas. Deja actuar unas horas.

- Enciende el horno durante 20 minutos a temperatura suave, luego apágalo. Pon un plato pequeño lleno de amoníaco en el estante superior. En el estante inferior pon un cacharro grande lleno de agua hirviendo y déjalos toda la noche.

Por la mañana abre el horno y deja que se airee un rato antes de lavarlo con agua y jabón.

Con este sistema se limpia todo con mucha facilidad, incluso la grasa más incrustada.